Sonreír
en momentos difíciles cuesta demasiado. Pero
hay que tener la frente en alto y sonreír sin motivo. Sonreír por un
regalo, por un abrazo , por un beso, por una persona, por una mirada… sonreír
sin saber por que.
Si hay algo que aprendí una vez es que Dios te
ha dado esta vida porque sabe que eres lo suficientemente fuerte para poder sonreír.
Así que como dice el dicho al mal tiempo una buena sonrisa es lo que se
necesita.
Sonríe hoy puede que mañana te falte un diente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario